Cuando hablamos del Slow Living nos referimos a un estilo que fomenta la tranquilidad, la conexión con la naturaleza y un ritmo de vida más pausado. Algunas características claves de este estilo incluye:
- Uso predominante de materiales naturales, como las plantas, madera, rantán, lino, piedra y mármol.
- Paletas de colores suaves, pasteles y neutros como el beige, gris, azul y verde.
- Evitar colores demasiados intensos o contrastantes.
- Muebles de líneas simples y formas organicas.
- Priorizar la calidad y durabilidad sobre la ostentacion.
- Piezas artesanales y con acabados naturales.
- Diseño de espacios amplios y con buena iluminación.
- Conexión visual y física con el exterior.