Es tan privilegiado quien tiene una casa en la playa, como quien tiene una casa en la montaña. Ambos lugares sirven para desconectarse del ritmo de la vida en la ciudad, los afanes y los pendientes.
La casa de playa es más como para divertirse, pero la de montaña tiene su magia en convertirse en un refugio para abrazar la naturaleza en su máxima expresión y sentirse uno con ella.
Este tipo de hogar se caracteriza por el estilo rústico, la calidez, la madera y los textiles, ¡Muchos textiles! Presta atención a cómo debes decorar tu casa en la montaña para que el interior sea una extensión del entorno alrededor.
La chimenea: el centro de atención
Tener una chimenea es súper importante y esencial para empezar a crear ese ambiente cálido y propio de un refugio en la montaña. Puedes elegir entre varias opciones, si una chimenea eléctrica o clásica.
Aquí particularmente nos inclinamos por la tradicional y ese romanticismo de cortar madera y echar leña al fuego. Aunque también, puedes considerar tener una eléctrica dentro de casa y montar una fogata en el patio.
Viva la madera
Este material es el principal aliado del estilo rústico, y para nuestra suerte, tiene la cualidad de que nunca es demasiado, nunca es abrumador.
Los pisos pueden ser de madera o de un laminado que la imite, en las paredes también puede estar presente, así como en el mobiliario.
Los colores tierra
La paleta colores tierra es muy extensa y abarca desde el clásico beige hasta el chocolate más intenso, ¡Pasando por arenas, rojizos, rosados, ocres y anaranjados!
Estos son los que debes combinar para aportar la calidez necesaria al ambiente y hacer que el interior sea un reflejo del exterior.
Grandes ventanas
Cuando dispones de una casa en la montaña la vista lo es todo. ¡Este es tu mayor atractivo! Nos escatimes en procurar que la casa tenga suficientes ventanas por todos lados desde donde contemplar el panorama.
Principalmente en la sala, considera crear un gran ventanal que permita sumergir la mirada en esa vista mientras se disfruta de un chocolate caliente desde el sofá o el comedor.
Los textiles
Al igual que en el caso de la madera, para una casa en la montaña los textiles de todo tipo (principalmente suaves al tacto) nunca son suficientes.
Esta es una oportunidad para agregar color a la casa en tonos como el verde, morado oscuro y naranja. Al estilo hygge, estos textiles pueden estar colocados en diferentes áreas y muebles para que el lugar se mantenga acogedor y siempre invite a quedarse.