Para los amantes de las fibras naturales, el mimbre y el rattán no pierde vigencia, es atemporal y fresco a la vez. Combinarlo con tonos neutros será ideal para que el ambiente se vea acogedor y cálido con este material que está en boga.
Combina blanco, gris y beige y complementa con un toque de color. Tendrás un ambiente cálido y equilibrado. Recuerda que las fibras naturales piden tonos neutros dentro de los interiores. El mimbre y el rattán se imponen. El mimbre se caracteriza por ser más blando y fácil de curvar, este se usa para crear muebles y canastos, accesorios y elementos que sean más bien decorativos, este material aporta en los interiores mucha rusticidad. Si deseas también se puede dejar en su color natural, madera oscuro medio claro o se puede barnizar y toma un tono más caramelo o se puede pintar de múltiples colores.
El rattán: su característica principal proviene de una palmera trepadora, es decir, se enlaza con otros arboles, esta vara mide 180 metros y puede ser más prolijo a la hora de la fabricación de cualquier mueble u objeto, a diferencia del mimbre. Para diferenciar el rattán del mimbre, el primero es una vara más delgada y muy pareja, tiene siempre más o menos el mismo ancho y es un poco más brillante visualmente, en cambio, el otro tiene la vara más ancha y chata.
El rattán tiene diversos usos, como sillón, mesas, butacas y lámparas, y hasta espaldar de dormitorio. El tejido es más estético. Es un material que le aporta calidez a los muebles y que simplemente a vista ofrece un poco más de diseño o dedicación al momento de ser fabricados.
El yute es otro material que se encuentra en tendencia, este se utiliza más en alfombras y se distingue por ser bastante dócil y blando, aparte de suave. Para resaltar estos materiales es necesario saber con qué lo combinas para que no le restes protagonismo, los colores neutros son esenciales, es importante dejar que estos materiales brillen de manera esplendorosa.