Para ser un buen anfitrión se requiere planificación, atención y generosidad. Sin embargo, a veces cometemos errores que pueden arruinar la experiencia de nuestros invitados y hacer que se sientan incómodos o decepcionados.
¿Quieres dejar de ser un mal anfitrión? Entonces, evita estos errores comunes que te presentamos a continuación.
1. No preguntar por las preferencias o alergias de los invitados
Uno de los errores más graves que puede cometer un anfitrión es no tener en cuenta las preferencias o alergias de sus invitados a la hora de preparar la comida o la bebida.
Puede que te parezca una buena idea sorprenderlos con un plato exótico o una botella de vino, pero ¿y si resulta que son vegetarianos, celíacos o alérgicos a algún ingrediente?
Para evitar situaciones incómodas o incluso peligrosas, lo mejor es preguntar con antelación qué les gusta y qué no les gusta comer o beber, y adaptar el menú a sus preferencias.
2. No ofrecer suficiente comida o bebida
Tus invitados podrían sentirse insatisfechos o avergonzados si no se ofrece suficiente comida o bebida, pues no hay nada peor que ir a una fiesta y volver a casa buscando algo más de comer.
Para salir adelante de buena manera, calcula bien las cantidades que vas a necesitar, teniendo en cuenta el número de personas y el tiempo que van a estar compartiendo. Por ejemplo, una tabla de quesos puede resultar como aperitivo de una visita de 2 a 3 horas, si excede este tiempo, es más conveniente contar con un plato fuerte.
Como dicen, »es mejor que sobre a que falte». En cualquier caso, puedes guardar lo que reste para otro día o repartirlo entre los invitados.
3. No prestar atención a los invitados
Un buen anfitrión debe estar pendiente de sus invitados, pero sin agobiar. Debe asegurarse de que se sientan cómodos y se diviertan.
Sin embargo, algunos cometen el error de ignorar a sus invitados, ya sea porque están ocupados con otras cosas; se distraen con su teléfono o se centran en algunos invitados y excluyen a otros.
Si quieres mejorar, presta atención al ambiente tratando de dedicar tiempo a todos de manera equitativa. También puedes proponer algún juego o actividad para animar y fomentar la interacción entre todos.
4. No agradecer la asistencia o los regalos de los invitados
Finalmente, un error que puede hacer que tus invitados se sientan subestimados es no agradecer su asistencia o los regalos que te hayan traído.
Tus invitados han dedicado su tiempo y dinero para ir y compartir un momento contigo. Quizás hasta se hayan animado en traerte algún detalle como una botella de vino, unas flores o unos bombones.
Siempre recuerda darles las gracias por venir, por el regalo y por su compañía. También puedes enviarles un mensaje al día siguiente para reiterar tu agradecimiento y decirles lo bien que lo pasaste.
¡Así actúa un buen Anfitrión Aldaba!
Si evitas estos errores, segurísimo que tus invitados quedarán encantados con tu hospitalidad y querrán repetir la experiencia. Ten presente que ser un buen anfitrión es una forma de demostrar tu cariño y tu respeto por los demás.