Decorar la mesa de centro es un arte que requiere equilibrio y buen gusto. Sin embargo, estos errores comunes pueden hacer que el espacio se vea recargado, desordenado e incluso más pequeño. Evitarlos es primordial para lograr una decoración armoniosa y funcional. Entre los que debes evadir se encuentran:
Mesa Sobrecargada
Uno de los errores más frecuentes. Abusar de los elementos decorativos, colocando demasiados objetos sobre la mesa, le resta estética al espacio. La clave está en la expresión “menos es más”. Hay que ser selectivo con los accesorios y limitar su cantidad. De esta manera, la decoración se verá más equilibrada y despejada. Esto también se aplica a colocar objetos de gran tamaño que acaparan el protagonismo, pues saturan visualmente el espacio. Los elementos decorativos deben armonizar con las dimensiones de la mesa y la sala.
Distribución Descuidada
Muchas veces se comete el error de solo colocar objetos en el centro de la mesa, olvidando los laterales y esquinas. Esto hace que la decoración se vea incompleta y poco armoniosa. Hay que ocupar equilibradamente toda la superficie, distribuyendo los ornamentos de forma simétrica o asimétrica, dependiendo del estilo deseado.
También es importante prestar atención a las alturas. Colocar objetos muy altos, como floreros, puede cortar el espacio visual y hacer que la decoración se vea desequilibrada. Es preferible utilizar elementos de poca estatura que permitan una visión despejada de la sala.
Misma Textura
Otro error frecuente es escoger adornos en el material de la mesa. Esto hace que la decoración se vea plana y poco interesante. Combinar diferentes texturas y materiales, como madera, metal, vidrio o cerámica, da más riqueza visual al espacio y permite crear contraste.
Por ejemplo, una mesa de madera queda muy bien con accesorios de metal o vidrio. En la misma vertiente, una de cristal se complementa perfectamente con objetos de cerámica o piedra. Jugar con los materiales es una forma sencilla de aportar personalidad a la decoración.
Dimensiones Erradas
La elección de la mesa de centro también es clave. Hay que evitar que sus dimensiones sean desproporcionadas al tamaño del salón. Una regla general es que la mesa debe medir, al menos, la mitad de largo del sofá y estar a una distancia de 40-50 cm.
También es importante elegir la forma adecuada. La más versátil es la rectangular, que encaja bien en salas de diferentes tamaños. Las mesas cuadradas son más apropiadas para espacios pequeños, mientras que las redondas aportan calidez a ambientes amplios.
En definitiva, decorar la mesa de centro requiere prestar atención a detalles como la cantidad de elementos, su distribución, los materiales y las proporciones. Evitar estos errores comunes es crucial para lograr un espacio armonioso y estéticamente agradable. Con un poco de buen gusto y sentido común, la mesa de centro puede convertirse en el foco de atención del salón.