Las altas temperaturas pueden convertir tu hogar en un horno, llegando a ser incómodo al momento de convivir con la familia y los amigos. Para adaptar tu casa al verano, sin gastar en aire acondicionado, te presentamos una serie de consejos prácticos, y naturales, que te ayudarán a mantener un ambiente fresco y agradable.
Decoración a tu gusto
Incorpora detalles personales que reflejen tus aficiones y momentos veraniegos. Renueva el mobiliario y encuentra soluciones para la sombra en jardines, terrazas y balcones.
Si las temperaturas bajan por la noche, abre las ventanas de manera que el aire refresque tu hogar. También, puedes crear un ambiente agradable en el exterior, ya sea en el patio o terraza, para disfrutar de las noches al aire libre.
Organizar y Despejar
Planifica el cambio de armario y organiza tus espacios. Así, tendrás más zonas despejadas y abiertas. Elimina objetos innecesarios para crear un ambiente más fresco y ventilado.
Colores Claros y Frescos
Utiliza tonos como el blanco, el beige y el azul claro, o colores pasteles para lograr más luminosidad y una mayor sensación de amplitud. Renueva los cojines con fundas vibrantes para un look veraniego.
Texturas Naturales
Incorpora materiales como la piedra, la madera y el bambú, o revestimientos cerámicos para dar un toque orgánico y calidez a los espacios. Elige plantas de interiores que aporten vida, color y frescor. Utiliza flores naturales para purificar el aire.
Ventilación y Textiles
Mantén las cortinas y persianas cerradas durante las horas de máximo calor, y ábrelas una vez las temperaturas bajen para permitir la entrada de aire fresco. Las telas como el algodón y el lino son excelentes para regular la temperatura. Evita materiales sintéticos, pues aumentan el calor.
De igual manera, sustituye aquellos textiles gruesos que no te resulten imprescindibles. Cambia el edredón de la cama por una colcha ligera, o cubre el sofá con una funda liviana de tonos claros.
Estrategias de Enfriamiento
Instala toldos en ventanas exteriores para bloquear la radiación solar directa. Opta por materiales de construcción que impidan la absorción de calor, como ventanas con doble acristalamiento y paredes con aislamiento térmico.
Coloca recipientes con agua y hielo en esquinas, o bajo las ventanas, para enfriar el aire caliente que se cuela. Utiliza humidificadores para mantener una humedad adecuada y fresca. Para enfriar el suelo de la habitación, un trapeador con agua helada se convertirá en tu aliado.
Uso Consciente
Limita el uso de electrodomésticos para disminuir las emisiones de calor. Por ejemplo, utilizar el aire acondicionado por ratos y refrescar la estancia con abanicos. Siguiendo los consejos anteriores, podrás transformar tu casa en un oasis acogedor para disfrutar del buen tiempo.
