Los populares bonsáis son árboles en miniatura plantados generalmente en una maceta de cerámica. El término bonsái también hace referencia al arte o disciplina que combina jardinería y escultura con el fin de lograr cultivar y cuidar de un árbol normal destacando su naturaleza en un formato pequeño, coqueto y elegante.
Valor espiritual de los bonsáis
Estos pequeños árboles eran considerados por los monjes taoístas como un símbolo de la eternidad. Por eso, eran un objeto de culto que representaba el puente entre lo divino y lo humano.
Actualmente, tener un bonsái en casa se considera favorable para mantener o atraer la buena suerte, la fortuna y las energías positivas.
Si aplicas las recomendaciones del Feng Shui, seguro te interesará saber que como el bonsái pertenece al elemento madera, debe colocarse en la zona este o sudeste de la casa.
¿De cuáles especies puedo formar un bonsái?
Para practicar esta hermosa disciplina todos los árboles que desarrollen tronco y ramas leñosas son bienvenidos. El bonsái se forma a partir de un árbol normal que con ciertos cuidados y poda periódica mantiene cierta forma y altura. Aunque ciertamente, existen especies que por sus características (como hojas naturalmente pequeñas o cierta resistencia) son más populares.
De acuerdo a los tres principales grupos en que se clasifican los bonsáis, te presentamos algunas recomendaciones:
Especies caducas
Arce palmado japonés (Acer palmatum): si se llega a formar una colección de estos mini árboles, y no se tiene esta especie, estás incompleto. Así de relevante se considera el arce palmado japonés.
Destaca por presentar ramas muy finas rematadas con hojas de 5 lóbulos muy coloridas, especialmente durante la brotación y en otoño. Cuando es joven, se luce de troncos robustos color verde o tonalidades rojizas, y grisáceos, cuando envejece.
Especies perennes
Olivo (Olea europaea): es la especie mediterránea por excelencia para crear un bonsái. Suele utilizarse su versión salvaje, conocida como acebuche (Olea europaea silvestrys) ya que produce unas hojas muy pequeñas y duras de color verde brillante.
Su resistencia y fácil cultivo la hacen apta para el cuidado de principiantes. El olivo es muy robusto y longevo, hasta desarrollar unos espectaculares troncos envejecidos.
Especies de coníferas y pinos
Pinos (género Pinus): en esta categoría existen especies características para el bonsái como el pino negro japonés (Pinus thunbergii) o el pino rojo japonés (Pinus densiflora).
Aunque visualmente es uno de los bonsáis más característicos, su cuidado depende de los jardineros más dedicados y expertos, debido a su sensibilidad radicular. Presenta una corteza con escamas grisáceas y unas características hojas en forma de espina llamadas acículas.
Principales estilos de bonsáis
Los estilos de bonsái se basan en la forma del tronco, las ramas y el follaje. Además, buscan imitar la apariencia de los árboles en la naturaleza.
Chokkan o estilo formal: el tronco es recto y se va estrechando hacia la punta, las ramas están distribuidas simétricamente y el follaje tiene forma de cono.
Algunos ejemplos de bonsáis chokkan son el pino, el abeto y el ciprés. Este estilo requiere podas regulares para mantener la forma y el equilibrio del árbol.
Moyogui o estilo informal: el tronco tiene curvas o torsiones, pero sigue una dirección vertical, las ramas están colocadas de forma alterna y el follaje tiene forma irregular.
El arce, el olmo y el ficus se adaptan a este estilo. El método moyogui permite más libertad creativa, pero también necesita podas frecuentes para evitar el crecimiento excesivo.
Shakan o estilo inclinado: el tronco se inclina desde la base hacia un lado, formando un ángulo de entre 45 y 75 grados, las ramas crecen hacia el lado opuesto al de la inclinación y el follaje tiene forma de abanico.
Algunos ejemplos de bonsáis shakan son el junípero, el cerezo y el manzano. Este estilo simula el efecto del viento o la gravedad sobre los árboles y, necesita un soporte firme para el tronco y un alambrado cuidadoso para las ramas.
Kengai o estilo cascada: el tronco se inclina desde la base hacia abajo, sobrepasando el borde de la maceta, las ramas crecen hacia arriba y el follaje tiene forma de cascada.
Para el sauce, el cedro y el azalea, el kengai es el más conveniente. Este estilo representa a los árboles que crecen en las montañas o en las rocas, por lo cual necesita una maceta alta y profunda, así como un riego abundante para evitar la deshidratación.
Practicar el bonsái puede sumar mucho bienestar a tu vida, desde mejorar tu autoestima hasta la calidad del aire en el ambiente. Ten presente elegir la maceta correcta de acuerdo a las características de cada árbol y cuidarlo con paciencia.